DURANTE LAS COMIDAS NO LLEGUES A LA SACIEDAD EXTREMA
Uno de los éxitos de mantener el peso corporal es una masticación concienciada y no sobrepasar el límite de cubrir nuestras necesidades.
El comer en cada comida un poco más de lo que nuestro cuerpo necesita va a llevar a que la balanza entre la necesidad de nuestro organismo (la energía que necesita para mantenernos activos) y lo que nosotros ingerimos, no esté equilibrado. Se decante hacia una mayor ingesta y por consiguiente, nuestro organismo ese exceso de energía ingerido lo va a convertir en energía de reserva para tener la dispensa bien llenita, en forma de grasa, para un momentos de carencia.
Error. Hoy en día no nos cuesta ningún esfuerzo llevarnos comida a nuestra boca. No tenemos que ir a buscar el alimento, ni cazarlo, ni pescarlo, ni cultivarlo… así que de nada nos sirve tener nuestra dispensa interna llenita de grasa.
No llegues al punto de la saciedad. Quédate con las ganas de comerte dos o tres cucharadas más del plato y termina de saciar esa pequeña sensación de hambre con la fruta.
La información de que ya estás saciado que te transmite el cerebro es muy lenta. Esta información no la llegamos a percibir ya que solemos comer muy rápido, así que, dejamos de comer cuando esta información viene del estómago, cuando te informa que la circunferencia de cintura no tiene suficiente espacio en la correa del pantalón. No llegues a este extremo, te evitarás los efectos secundarios, digestiones pesadas, ardor, incremento de peso corporal…
Se consiente en el momento de comer y no llegues a la saciedad y, mucho menos a la saciedad excesiva, tu salud se verá comprometida a largo plazo.
Si necesitas ampliar esta información o tienes alguna pregunta, ponte en contacto con NICALDIET sin ningún tipo de compromiso. Será un placer poderte ayudar.