Después de la noticia del mes de Octubre no voy a ser menos y dedicaré este post a dicho tema. Carne vs Cáncer.
El pasado 26 de Octubre el Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer (CIIC) y el órgano de la Organización Mundial de la Salud (OMS) especializado en el cáncer publicaron un informe acerca de la relación existente entre carnes rojas y procesadas y el riesgo de cáncer colorrectal.
De esta manera, la OMS a clasificado el consumo de carne roja como «probablemente carcinógeno para los humanos» por su asociación principalmente con el cáncer colorrectal pero también con el cáncer de páncreas y el cáncer de próstata.
La se ha clasificado como «carcinógena para los humanos» basándose en evidencia suficiente en humanos de que el consumo de carne procesada causa cáncer colorrectal.
La OMS concluye que por cada porción de 50 gramos de carne procesada consumida diariamente aumenta el riesgo de cáncer colorrectal en un 18%, puntualizando que “para un individuo, el riesgo de desarrollar cáncer colorrectal por su consumo de carne procesada sigue siendo pequeño, pero este riesgo aumenta con la cantidad de carne consumida”, ateniéndose a, “en vista del gran número de personas que consumen carne procesada, el impacto global sobre la incidencia del cáncer es de importancia para la salud pública”.
Para no crear confusión el mismo día la OMS hace pública su valoración mediante un comunicado de prensa que podemos encontrar en la revista The Lancet oncology, además de difundir un documento con preguntas y respuestas sobre el tema.
Siendo congruentes con los datos emitidos por la OMS y haciéndonos partícipes de las investigaciones sobre el cáncer llevadas a cabo podemos evaluar que puede aumentar el riesgo de padecer cáncer, puntualizo, puede aumentar el riesgo si el consumo de carne procesada es diario y si ese consumo es continuo.
Que nos informen de que el consumo no debe ser mayor a 50g de carne procesada al día no quiere decir que si nos excedemos en esta cantidad algún día vamos a padecer cáncer. Los datos son estadísticos y un 15% es un riesgo más que mínimo si lo comparamos con otras sustancias carcinogénicas como el tabaco que incrementan el riesgo en un 1.500%.
Una vez más el «efecto marioneta« ha hecho su papel, medios de comunicación haciendo que una simple noticia, -que no sé porque la llaman noticia cuando realmente no han sacado a la luz ninguna novedad-, se convierta en una alarma social. «Si nos prohibirán hasta la carne«, «todo es malo para la salud«…, seguro que hemos oído alguna de estas frases estos días alarmados por dicha noticia.
Intereses, manipulaciones, entresijos…. la verdad, no lo podemos saber. La verdad es que es de considerar que salgan a la luz este tipo de noticias a favor de la promoción de la salud, eso sí, tenemos que valorar dicha información desde una perspectiva congruente y sin dejarnos manipular por lo que nos quieren «vender». Esta noticia no supone un cambio en las actuales recomendaciones nutricionales de nuestra sociedad, estamos cansados de oír la misma papeleta de siempre, promoción de una dieta variada y equilibrada siguiendo el patrón mediterráneo. Que alce la mano quien sea practicante de una dieta mediterránea en la que las verduras, hortalizas, legumbres, frutos secos y frutas son los principales alimentos, me parece que pocos la alzarían… En vez de alarmarnos, porque no, aprovechamos la oportunidad para modificar nuestros hábitos alimentarios y aumentar el consumo de legumbres, verduras y fruta.
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En esta ocasión las investigaciones se han centrado en el consumo de carnes rojas y procesadas pero no hay que ser un entendido en la materia para saber que un exceso en el consumo de carnes procesadas, de grasas saturadas, de aditivos (nitritos, nitratos, nitrosaminas…) y de conductas poco saludables, como el sedentarismo, el tabaco y el alcohol nos conducen hacia la enfermedad.
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