Empezar nueva temporada, un año bisiesto en el que tenemos la oportunidad de disfrutar de cuatro estaciones, ¿cuál más bonita?, doce meses, para saborear la diversidad de productos de temporada que nos abastece la naturaleza, 53 semanas, de programación para llevar a cabo con disciplina nuestros hábitos de vida, de alimentación y de cuidado personal y, de 366 días de puro agradecimiento por despertarnos cada mañana para accionar nuestros propósitos.
Así que, enhorabuena por tener la oportunidad de vivir y experimentar el 2020. Disfrútalo con la mejor actitud.
Si eres de los que inician el año con el «voy hacer…», voy hacer deporte, voy hacer dieta, voy a hacer…, para obtener la mejor versión de ti mismo. Al inicia esta nueva etapa, si lo pensamos bien, es como un ciclo de la vida que necesitamos para ir mejorando. La navidad nos trae un cambio de rutina a todos los niveles que necesitamos reiniciar unos hábitos que nos hagan sentir bien.
Quiero dedicar este artículo ayudándote a clarificar y hacer más fácil la nueva instauración de los hábitos de salud.
Actúa con pie firme. Queremos actuar rápido para obtener resultados rápidos y lo que conseguimos es fracasar por desesperación. Párate un momento, piensa realmente que necesita tu organismo y anótalo en un cuaderno. De los propósitos anotados, escribe que acciones necesitas llevar a cabo para conseguirlos.
Autocomprométete. De las acciones anotadas escribe en tu agenda personal, almanaque, planificador… cada semana lo que vas a instaurar. De esta manera sin darte cuenta irás incluyendo las acciones que te conducirán a tu propósito.
Siente, valora y analiza los resultados. No circules en automático. Analiza tus progresos, valora cada semana tu avance y agradécete a ti mismo lo valiente que eres al llevarlo a cabo. Al accionar nuevos hábitos tenemos que sacrificar algo de nuestra zona de confort, por lo que, eres muy valiente de salir de ella para estar mejor.
Mantén la motivación. El accionar el propósito, ir analizando los resultados y sobre todo experimentar, es como poner maderas a una llama encendida. Tú impulsas tu motivación, no te cae del cielo.
Nútrete y actívate. Dentro de tus propósitos fomenta una alimentación de calidad para mantener tu vitalidad, tu energía y, mueve tu organismo para segregar recompensas saludables.
Apuesta por tu mejor versión. No te olvides que eres el protagonista mas importante de tu vida. Realiza acciones para cuidar tu rol personal. Acciones que te hagan sentir bien, esas cosas que te hacen vibrar, te hacen sentir importante…
Haz un km extra. No te abandones en tu refugio. El exceso de comodidad genera frustración. Cada día supérate. Realiza acciones que te cuestan hacer pero que son necesarias para tu bienestar. Cuando las realices y reconozcas que eres capaz de hacerlo es como generar un alto voltaje en tu corazón.
Actúa en la mejor actitud. No te abandones nunca. Por difícil que se presenten las situaciones siempre hay un aprendizaje, un avanzar, algo positivo y un renacer. Simplemente, busca la versión positiva de cada situación.
Autoregálate una sonrisa diaria. Genera motivación e impulso positivo en tu día a día.
Resumiendo, actúa con foco y con planificación para ejecutar de forma eficaz y efectiva.
Feliz inicio de año.