Si quieres ayudarte en el proceso de perdida de peso con el potencial de tu mente, te propongo ocho pautas que te ayudarán a preparar tu mente a consciencia y te será más fácil llegar a tu peso deseado.
- Define que quieres conseguir, el OBJETIVO. El primer paso es saber realmente que quieres conseguir. Perder peso no es un objetivo claro ni realista. Está bien, sé que es lo que quieres, pero, realmente ¿para qué quieres perder peso? Si quieres realizar un cambio en tu físico, debes saber cuál es el motivo para generar ese cambio (porque tu salud está empeorando, resultados analíticos poco saludables, por dolores físicos,…). Lo más importante, sé honesto contigo mismo al definir el objetivo. El objetivo será positivo, específico, se temporalizará y será mesurable. En este proceso te podemos ayudar en la consulta online.
- Establece subojetivos del objetivo. Una vez marcado el objetivo realista, se consciente de tus posibilidades para poder conseguirlo: tiempo disponible para realizar la compra, preparar los alimentos, cocinar, realizar actividad física… y elabora un listado de pequeños objetivos que te encaminen hacia el objetivo final. Esto te ayudará a establecer mayor confianza y poder marca el ritmo y saber cuándo lo vas a conseguir.
- Planifica. Elabora un plan de acción. ¿Qué necesitas para conseguir tu objetivo? ¿Qué necesitas realizar para conseguirlo?
- Motivación como motor. La motivación te permitirá superar obstáculos y continuar en el proceso. Para mantenerla es imprescindible cuidar tu dialogo interior, ese monólogo interno que no para de contraatacar: «Debería haber hecho…», «No debería haber comido…», «Debería hacer más ejercicio»…, frases cargadas de autoculpa que generan frustración cuando se presenta una dificultad.
Mantén una mente positiva, confía contigo mismo, se responsable de tus pensamientos y no pierdas el tiempo autoculpándote sino buscando soluciones.
- Plan de nuevos hábitos. Tenemos el plan de acción elaborado, por lo que, !ponte manos a la obra!. Hay que afrontar esa barrera inicial (pereza) que se presenta al querer introducir nuevos hábitos. Si afrontas esa barrera y creas un plan de rutina semanal, cuando menos te des cuenta esos nuevos hábitos los habrás convertido en hábitos que tu cuerpo te reclamará para obtener esa sensación de bienestar.
- Estado emocional previo a la toma de alimentos. Al alimentarte se confrontan emoción con razón. Si estamos tristes, aburridos, enfadados, estresados,… tendemos a comer rápido, más cantidad y a buscar el placer en los alimentos. Si quieres adelgazar con tu mente, analiza tu relación con la comida, evitarás ingerir calorías innecesarias.
- Gestiona tus emociones. Sé una persona proactiva (tu eres el responsable de tus emociones y pensamientos, no te dejes llevar por las influencias externas). La responsabilidad de adelgazar recae sobre uno mismo, no existen escusas externas, ponle voluntad y ganas de conseguirlo y llegarás a la meta.
- Celebra tus logros. Cada pequeño logro que consigas, celébralo. La satisfacción que genera saber que hemos consolidado un nuevo objetivo debe ser celebrado. Con ello, estamos alimentando la motivación y aumentando los niveles de endorfinas, hormonas de la sensación del bienestar que te ayudará a fortalecer la voluntad.
Con una mente proactiva, confianza, constancia, disciplina y el programa adelgaza con tu mente (consulta online) conseguirás cualquier objetivo que te propongamos en la vida.