La obesidad es una enfermedad que cada día está más presente en nuestra sociedad. Las personas que presentan este tipo de enfermedad muestran una preocupación consciente por esos 20 o 40 kilos de más ya que experimentan sensación de cansancio, se agotan al mínimo esfuerzo físico,…saben que algo no funciona bien y en los mejores de los casos toman la iniciativa de restaurar lo que les molesta, esos kilos de más
¿Cómo podemos llegar a esos extremos de sobrepeso? Obteniendo el resultado de nuestro comportamiento diario, de lo que realizamos diariamente. Normalmente nos acogemos a lo más fácil, tener una vida sin obligaciones ni responsabilidades porque pensamos que ya tenemos suficientes con las que nos impone la sociedad. Obtenemos el resultado de ser benevolente con nosotros mismos, de no obligarnos a salir a realizar actividad física o llevar a cabo una dieta equilibrada o cuidar nuestro cuerpo.
Cuando conseguimos llegar a un estado de consciencia y nuestro “yo interior” nos va diciendo: “estos kilos de más pueden conmigo”, “mi salud está peligrando”, “no me siento bien”, “no me reconozco frente al espejo”, etc… Llegado este punto, nos responsabilizamos y tomamos cartas en el asunto: cambiamos nuestros hábitos alimentarios y nuestro comportamiento frente a la comida o a las rutinas diarias y poco a poco experimentamos una pérdida de peso ardua, sintiéndonos mejor con nosotros mismos, nos ponemos ropa que hacía mucho tiempo que la teníamos en el armario y vamos aumentando con ello esa sensación de euforia, satisfacción y confianza al saber que sí que podemos conseguir mejorar nuestra salud.
Realmente ¿Son los únicos beneficios que experimentamos al cambiar nuestros hábitos?Sólo es un diez por ciento de los beneficios que podemos obtener. Es únicamente lo que nosotros queremos percibir, no somos conscientes de la cantidad de beneficios que hemos obtenido. Nuestra atención está normalmente clavada en el peso, mi objetivo es que esa balanza baje la cifra, pero, ¿hay algo más que puedo conseguir realizando acciones saludables en el día a día? SI. Voy a conseguir unos parámetros analíticos correctos; presión sanguínea, niveles de glucemia y colesterol en sangre equilibrados; un óptimo nivel de energía: a lo largo del día conseguiremos llegar a realizar todas las actividades sin dificultad; voy a experimentar digestiones placenteras; habrá una menor necesidad de picoteo ya que el organismo habrá conseguido un equilibrio nutricional; se va a conseguir un mayor control a la hora de decidir qué tipo de alimento es el más aconsejado; voy a valorar y disfrutar de cada comida, no en cantidad sino en calidad; experimentaré un descanso de calidad, disminuyendo el ronquido; me sentiré con mayor agilidad; notaré que van disminuyendo dolores diarios como dolores de rodillas, cadera… e incluso puede llegar al extremo de experimentar una mejora en nuestra fertilidad.
Estoy segura que aún hay más beneficios por resaltar y en cada caso particular se van a experimentar unos beneficios diferentes que no podemos llegar a pensar hasta qué punto puede llegar a mejorar nuestra calidad de vida.
Al bajar de peso corporal y percibir sus beneficios somos personas renovadas. Durante el trayecto de pérdida de peso hemos tenido que desaprender viejos comportamientos y aprender otros nuevos, y por fin, hemos conseguido nuestro gran propósito, llegar a un índice de masa corporal saludable. En este instante, empieza un nuevo camino hacia la obtención del éxito verdadero, el mantenimiento. Mantener lo alcanzado, ese peso corporal a largo plazo.
¿Cómo puedo conseguir el mantenimiento? Haciendo ejercicio físico regularmente;teniendo un apoyo para mantener los hábitos alimentarios y ejercicios; practicar una alimentación consciente; saborear las comidas, no comer por comer; mantener las cinco comidas al día; practicar una alimentación con una mayor proporción en cereales, frutas y verduras; mantener un control en el tiempo con un profesional para valorar la evolución; ser conscientes de que los hábitos aprendidos no son una medida temporal sino un estilo de vida saludable; interpretar los errores de una manera positiva como problemas que se pueden resolver…
Está demostrado que estos factores son efectivos en un inicio para producir pérdidas de peso saludables y significantes y, una vez conseguido para poder mantenerlo a lo largo del tiempo.
Un mes más, con la mejor intención he querido haceros conscientes de la gran cantidad de beneficios que podemos obtener cuidando nuestra alimentación y nuestro organismo. No es necesario experimentar estos beneficios cuando padecemos una obesidad sino que el llevar una mala alimentación puede contribuir a padecer síntomas que empeoren nuestra calidad de vida. Así que, una vez más te digo: Cuídate y disfruta de los beneficios de una alimentación consciente.